La montaña del alma- GAO XINGJIAN
Acabo de leer por cuarta vez "La Montaña del alma", y eso quiere decir que las 651 páginas son palabras de dioses, es decir obra maestra.
"Novela de la memoria, y a la vez, de la historia, La montaña del alma es también una obra de crítica política, cultural y social en la que China viene a ser su único protagonista
La Montaña del alma es una novela polifónica, que recorre los diferentes géneros y arquetipos literarios y que, bajo una amplitud de tonos, trata un solo tema: el sentido de nuestra identidad. Novela épica, porque interpreta la historia política y cultural de China, es también lírica porque investiga el yo en su pluralidad. Este cruce de géneros y este abanico de tonos y temas le confiere una riqueza narrativa tan variada como perfecta, en la que las historias forman figuras como en una baraja, y el relato mantiene el rumbo y el ritmo en que se basa su compleja unidad. Xingjian es un narrador culto, irónico y omnisciente que no sólo construye una ambiciosa novela poliédrica sino que se permite una metaliteratura inteligente, en la que el nihilismo que lo informa no es una filosofía sino un modo de teorizar. La montaña del alma es una novela histórica escrita desde la instancia de la persona poemática y que hace de los pronombres personales no tanto los ejes del discurso como las voces de su permeabilidad. Novela monódica que no renuncia al carácter coral, La montaña del alma es también una novela antropológica, que describe y opone modelos de conducta pero que no analiza caracteres y que presenta su acción como un simple viaje en el tiempo, en el espacio y en la memoria de su imaginación; que introduce reflexiones sociológicas; que tematiza la crisis de valores; que habla de bandidos, de saqueadores de tumbas y de curanderos de picaduras de serpiente, de tigres y de pandas y de recuerdos reales entremezclados con todo su proceso de ficción. La mujer, el sexo y las dificultades del amor ocupan no pocos de estos 81 capítulos en los que aflora un pensamiento tan metafísico como ecológico (“el hombre tiene necesidad de engañarse a sí mismo, Por un lado, salva una especie que ha perdido su capacidad de supervivencia, pero, por otro, acelera la destrucción del entorno que le permite subsistir”).
Para Xingjian, “no es la naturaleza la que causa espanto, sino el propio hombre”, cuyo miedo íntimo le parece el verdadero origen de su mal. El mundo aquí no es concepto sino sensación y series de impresiones pasajeras. El relato de Xingjian es un libre fluir de la conciencia porque, para él, la historia está siempre enmarcada por la nebulosidad. Anécdotas convertidas en cuentos, cuentos que adquieren la forma del diálogo y diálogos que rozan la tragedia y el mimo, La montaña del alma objetiva, sobre todo, la extrañeza del yo: la toma de conciencia del yo que es el punto en que esta narrativa conecta con la teoría budista de las iluminaciones y ,en concreto, con la que explicita que “todas las imágenes son mentiras y la ausencia de imagen también lo es”.
Fuente: https://elcultural.com/La-montana-del-alma
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