La India que transforma- Alberto Panizo PRAGIOM

“Mañana corta mi cabeza y tírasela por el balcón a las ratas. Verás cómo mastican mis ojos, cómo arrancan a dentelladas mi lengua, cómo se abren paso a través de mis fosas nasales y se disputan a mordiscos mis sesos. Su bullir laborioso y desordenado atraerá a los chuchos, a los monos, a los buitres que sobrevuelan las orillas del Ganges, a cientos de insectos y de ranas. Entre todos no dejarán nada de mi cabeza. Cuando lo comprendas, vuelve a entrar en la habitación y ámame: solo entonces podré corresponderte.
La primera impresión fue que esta ciudad lo convierte todo en metáfora. Ahora presiento que esta ciudad hace inútiles las metáforas.
El ventilador chirría sobre mi cabeza. He apagado todas las luces y afuera solo se oye el aullido de los perros y el griterío de los monos…” ("La Astucia del vacío", Jesús Aguado).

Así empieza el excelente libro de Jesús Aguado : “La astucia del vacío”.  Una India vivida, sufrida y gozada; una  India que transforma, no la del turista. Una India que conocí en mi primer viaje a los 19 años, cuando era un chico tímido y no sabia una palabra de ingles, el viaje de mi búsqueda… La India que viaje tras viaje me descolocaba pero a la vez me hacia circular y me integraba. La India del color, de los diferentes olores, de las miradas, del caos y a la vez del orden, de los cientos de dioses (mi preferido Ganesha…), la India de la ciencia de la meditación y a la vez del materialismo voraz…(de mi libro “Cuadernos de la India”, Alberto Panizo)



“Desde hace un año fotografío, con máquinas de usar y tirar, perros dormidos. Tengo cientos. En las escalinatas que bajan al río, detrás de bicicletas o debajo de tractores y coches, hundidos en montoncitos de arena, en medio de la basura, escondidos en agujeros, sobre un fondo de ladrillos rojos de una obra o de una montaña de guisantes verdes desenvainados o de las carretillas de los basureros o de la ropa tendida, solitarios o en parejas o en grupos, en canalillos de desagüe para refrescarse en verano o sobre cenizas tibias en invierno para calentarse un poco. Quiero saber qué sueñan, y si es conmigo, y entonces qué. Su sueño protege un secreto que me concierne. Cada vez que hago click me acerco un paso a donde está enterrado. Mis perros dormidosson autorretratos sin mí. ("La Astucia del vacío", Jesús Aguado).

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