ROBERTO BOLAÑO, un rompedor!
“Hay momentos para recitar poesía y hay momentos para
boxear”
-Roberto Bolaño
Así arranca Roberto Bolaño. Con un golpe al hígado producido
por frases que hacen ver nuestra realidad con un filtro aumentado. Sus trabajos
nos recuerdan lo que es sentirnos vivos y la mala suerte que eso trae consigo,
aún peor, Bolaño escribe sobre literatura para literatos. La vida no se puede
ver peor desde esa ironía. Roberto Bolaño fue uno de los escritores más
importantes de su generación, una perdida en la posguerra y la apatía, algo que
le faltaba al escritor.
Nació en Santiago de Chile y a una edad temprana se fue a
vivir a México. Llegó el mismo año en que ocurrió la masacre del 2 de octubre,
por lo que adquirió un fuerte sentimiento de solidaridad con la juventud y las
causas sociales. Estudiante de secundaria eterno, abandonó la escuela a los 15
años motivado por su interés por ser un escritor serio. Sabía que la educación
normal no lo guiaría por ese camino así que se dedicó a leer y escribir todos
los días. Mientras algunos estudiaban matemáticas, biología, historia y física;
Bolaño se instruía en retórica, gramática, teoría literaria y más, todo por su
cuenta.
Esto lo convirtió en un escritor y no un “escribidor” como
después llamaría a algunas personalidades de la literatura contemporánea como
Isabel Allende, Ángeles Mastretta o Arturo Pérez Reverte. Influenciado por
miles de textos entre los que destacan los de los autores Jorge Luis Borges y
Nicanor Parra, Bolaño se dedicó a vivir entre ficción, por lo que es obvio que
sus obras sean una ficción incluso de la realidad.
El infrarrealismo se convirtió en su estandarte. Él creó el
movimiento junto a su amigo Mario Santiago. Buscaban defender la literatura
pura, por lo que planeaba boicotear la literatura establecida en México que
pertenecía al que muchos consideran fue enemigo de Bolaño, Octavio Paz. Roberto
Bolaño vivió la vida como se vive la literatura, ese movimiento era una forma
de enfrentar la realidad con la ficción, lo establecido con lo alternativo y la
cotidianidad con la acción.
Un latinoamericano en
Chile, México y España. Su vida se transformó gracias a los viajes que realizó.
La primera vez que regresó a Chile lo hizo como un desconocido e incluso fue
detenido durante ocho días, pero 25 años después volvería a ese país consagrado
como uno de los mejores escritores contemporáneos. A España se fue a vivir a
finales de los setenta. Ahí se casó y tuvo hijos, lo que lo hizo moverse de la
poesía a la narrativa y fue entonces cuando sus escritos comenzaron a ser
rentables. Vivió en España el resto de su vida pero sus novelas más famosas Los
Detectives Salvajes y 2666 ocurrieron en el país donde formó su profesión y al
que tanto amó: México.
A pesar de que nunca fue un escritor millonario, en los años
noventa ya era alguien de renombre en el mundo de las letras. Lamentablemente a
pesar de escribir algunas de las más importantes obras sobre México y ser un
parteaguas en la narrativa contemporánea que se compara con el aporte que Julio
Cortázar hizo con Rayuela, el escritor tuvo que morir para ser reconocido
internacionalmente, pero es seguro que nadie lo olvidará.
(fuente: culturacolectiva.com)
+
Comentarios