Tony Judt, un testigo de nuestro tiempo
Acabo de leer dos libros de Tony Judt, libros inteligentes y lúcidos de un testigo de nuestro tiempo.
Algo va mal
"Un apasionado llamamiento a resucitar los valores colectivos y el compromiso político.Hay algo profundamente erróneo en la forma en que vivimos hoy. El estilo egoísta de la vida contemporánea, que nos resulta «natural», y también la retórica que lo acompaña (una admiración acrítica hacia los mercados no regulados, el desprecio por el sector público, la ilusión del crecimiento infinito) se remonta tan sólo a la década de los ochenta. En los últimos treinta años hemos hecho una virtud de la búsqueda del beneficio material hasta el punto de que eso es todo lo que queda de nuestro sentido de un propósito colectivo.
«¿Por qué nos hemos apresurado tanto en derribar los diques que laboriosamente levantaron nuestros predecesores? ¿Tan seguros estamos de que no se avecinan inundaciones?», se pregunta Judt, uno de los más importantes pensadores contemporáneos. Rechazando tanto el individualismo extremo de la derecha como la desacreditada pose retórica de la izquierda, Judt nos desafía a oponernos a los males de nuestra sociedad y a afrontar nuestra responsabilidad sobre el mundo en que vivimos.
Algo va mal es un inestimable obsequio para las futuras generaciones de ciudadanos comprometidos. Expresión concentrada de las preocupaciones de toda una vida, este libro pasará a formar parte de los grandes textos políticos de nuestra era".
El refugio de la memoria
"Este libro autobiográfico es distinto a cualquier otro. Cada capítulo evoca un recuerdo del pasado a través del filtro de la prodigiosa mente de Judt. Durante sus últimos meses de vida, escribir estas pequeñas piezas le permitió en cierto modo escapar de su enfermedad degenerativa, una prisión que se iba estrechando, y éstas han pasado a ser el contrapunto personal de su obra maestra, Postguerra.
Amores, vivencias, imágenes y olores hace tiempo perdidos... todos compiten por la atención de Judt y lo llevan a inesperadas y lúcidas reflexiones sobre la historia, la política y la sociedad hasta formar un elegante arco de análisis. Todo tan simple y hermosamente dispuesto como una casita suiza —un reconfortante e inalterable refugio perdido en las montañas de la memoria—".
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