Ítaca, el Camino del Corazón

Ítaca 
 
 «Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca, 
pide que tu camino sea largo, 
rico en experiencias, en conocimiento. 
A Lestrigones y a Cíclopes, 
al airado Poseidón nunca temas, 
no hallarás tales seres en tu ruta 
si alto es tu pensamiento y limpia 
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo. 
A Lestrigones ni a Cíclopes, 
ni a fiero Poseidón hallarás nunca, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si no es tu alma quien ante ti los pone. 
 
Pide que tu camino sea largo. 
Que numerosas sean las mañanas de verano 
en que con placer, felizmente 
arribes a bahías nunca vistas; 
detente en los emporios de Fenicia 
y adquiere hermosas mercancías, 
madreperla y coral, y ámbar y ébano, 
perfumes deliciosos y diversos, 
cuanto puedas invierte en voluptuosos 
y delicados perfumes; 
visita muchas ciudades de Egipto 
y con avidez aprende de sus sabios. 
 
Ten siempre a Ítaca en la memoria. 
Llegar allí es tu meta. 
Mas no apresures el viaje. 
Mejor que se extienda largos años; 
y en tu vejez arribes a la isla 
con cuanto hayas ganado en el camino, 
sin esperar que Itaca te enriquezca. 
Itaca te regaló un hermoso viaje. 
Sin ella el camino no hubieras emprendido. 
Mas ninguna otra cosa puede darte. 
 
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca. 
Rico en saber y en vida, como has vuelto, 
comprendes ya qué significan las Itacas.»
 
Constantin Cavafis
 
La traducción es de Pedro Bádenas de la Peña, C.P. Cavafis, 
Poesía completa. Alianza Editorial, «Alianza Tres», Madrid, 1985.
 
    

Comentarios

Entradas populares de este blog

¡¡ Qué maravilla: puedo cortar leña y sacar agua del pozo !!

Saramago y Melville- la mejor novela surge de la imaginación

LA FLOR PURPURA - CHIMAMANDA NGOZI ADICHIE