“Cuán mudables y próximas a lo incierto son todas las cosas”, así termina Pierre Michon esta pequeña joya. “Las cuestiones de la gloria y la carne, del poder, el arte y la fe, son tratadas magistralmente en estas páginas: la sed, en mitad de la ciénaga del mundo, de una plétora, celeste o material, que colme la nada”. Libro misterioso, hermoso, de verdadera literatura, de amor al lenguaje, de alguien que escribe como un pintor a pinceladas magistrales, que me ha echo disfrutar en estos tiempos también inciertos que vivimos en el siglo XXI. A continuación el comentario de Jesús Ferrero en Babelia y dos textos del libro de Michon: “Michon aborda en Abades un tiempo fronterizo, si bien ya al final del mismo: el año 1000, cuando surgieron las primeras hermandades de benedictinos. En este asombroso relato configurado como una pequeña trilogía asistimos a la rehabilitación titánica de la isla de Saint-Michel y su monasterio y conocemos al sorprendente abad Èble, en el que se concentra todo...